10.20.2008

Klimt 1918: "Just in case we'll never meet again"

Hay bandas que te hacen tilín desde el primer momento en que se arriman a la aurícula. A veces, son ésas cuya música nos gustaría tener como melodía de fondo mientras estamos pelando la pava; o aquéllas otras que te ayudan a liberar tensiones, e inducen a fantasear con las posibilidades de divertimento que ofrecen un mondadientes y las uñitas del jefe... Pero en otras ocasiones el asunto es más complejo, como ha sido el caso de Klimt 1918.
Primero me entraron por el nombre (humm la Viena decadente, la muerte del pintor de las mujeres orgásmicas y de los dorados bizantinos, el art decó, las paranoias de Freud, el amanecer de un siglo...). Luego, por la afinidad con su estilo (ajajá: oscuretes y cuasi metálicos estamos). Después, por la temática de las canciones (hete aquí la II Guerra Mundial; allá, la Roma Eterna; acullá, la nostalgia de la infancia...). Y cuando te acabas de dar cuenta, ya te has comido con patatas todo el disco, descubriendo azorado que se te ha resecado la baba en los hociquitos, y que tu índice se muere de ganas por apretarle de nuevo al play.
Descubrí a Klimt 1918 con el excelente "Dopoguerra" (2005), uno de los más bellos trabajos que ese confuso género conocido como "Emo" haya dado en lo que llevamos de década:




Sin duda, este disco es el mejor punto de partida. "Dopoguerra" resume el sentimiento melancólico de la formación con unos matices que van desde el post punk hasta el metal, pasando por el post rock, la new wave, el prog, la electrónica o el rock gótico. A mi juicio, es el mejor trabajo de un grupo que ha sabido recoger con garbo el testigo de monstruos de la Pena y la Depresión, como The Cure, Anathema o Novembre (en menor medida, U2, pero éstos ya me dan menos pena).
La nueva placa, "Just in case we'll never meet again" parece tomar unos derroteros más alegres y optimistas. Sigue siendo un disco bastante trabajado, más compacto que el anterior, aunque menos vaporoso estilísticamente. Habrá que estar atento a los próximos pasos de estos pajaretes.



Al menos, hasta que dejen de hacer temas como éste.

3 comentarios:

Isabel Barceló Chico dijo...

No conozco a este grupo. La verdad es que estoy bastante verde en esta materia... Entiendo que son italianos y ya sólo ese hecho me produce alegría. Gracias por tu enlace, yo te pongo también y a ver si aprendo un poco... Saludos cordiales.

Corto Maltes dijo...

No conosco a este grupo pero ya dijiste las palabras magicas: "monstruos de la Pena y la Depresión"
asi que seguro me gustan.
Buen articulo, cada día escribes mejor.

Santos G. Monroy dijo...

Isabel: sí, son italianos, pero no sólo eso: son romanos. Y muchas de sus canciones están inspiradas en la plenitud melancólica que siempre me ha transmitido esa bella ciudad.

Corto: ¡Muchas gracias! Si te va la onda de los grupos que he citado, no me extrañaría nada que acabaran enganchándote.

¡Saludos!