¡Feliz Navidad!

Mi postal navideña, desde hace muchos, muchos años.



Recuerdos de Navidades pasadas: pensamientos inocentes, ilusión por lo venidero, el beso de la madre cuyo regreso esperamos ansiosos, adornos mágicos que hipnotizan, manos de padre que nos cogen en brazos, el convencimiento de que seremos buena gente, figuritas en dromedario, el deseo de lo mejor para todos.
Desgraciadamente, sólo los niños viven en Navidad. Bastante hacemos los mayores con luchar por nuestra felicidad cotidiana, con intentar creer en el poder del amor... ¡Amigos y amigas, no desfallezcáis en ese afán!