3.31.2011

Ciudad Real y el discurso de la mafia

No hay política en Ciudad Real. No son políticos esos caballeros encorbatados y las damas enchaquetadas que flirtean con el discurso de la mafia como mensaje electoral. Gustan de fotos ante juzgados, reinventan la indignidad humana, abanderan el delito como instrumento de propaganda.

Mientras los ciudadanos sobreviven al desastre creado por la gestión política, las propuestas programáticas caen acribilladas a balazos frente al revólver de un detective privado. Marlowe for president. El medio es el mensaje, y el mensaje es el delito.

No hay futuro si el debate político se convierte en un infinito bucle de amenazas: el dedo pulgar en un paquete sangriento, la cabeza de un caballo bajo las sábanas, el mensaje de advertencia cifrado en la piel de un cadáver. Desfilan por la política provincial gabardinas y abrigos de espiga que encañonan al adversario desde un Ford T de ruedas rechinantes. Sombreros de ala ancha calados hasta las cejas. La vida política provincial discurre entre la comedia de situación y el cine negro, bajo el atrezzo de callejones sombríos devorados por cubos de basura.

Érase una vez en Ciudad Real. Para pertenecer a un partido hay que hacer el juramento de silencio. El partido es la familia. Honores al Padrino. Civiles perdidos en la Jungla de Asfalto, en una pesadilla de Bogart: la búsqueda infinita de un Halcón Maltés. ¿Eres Uno de los nuestros? ¿Conoces la Omertá? ¿A qué aferrarse cuando el portavoz de un partido es consigliere y la democracia se convierte en la Ley del Silencio?

Que parezca un accidente. No hay esperanza de progreso cuando éste se cimienta en el insulto desesperado, en la triquiñuela, en el sórdido intercambio de la mota negra.

En Ciudad Real no hay final feliz para los Intocables. Están condenados al sueño eterno, o a las grasientas páginas de una pulp fiction... Esperando el desenlace de la película con el amargo rictus de los antihéroes.

2 comentarios:

Azucarmode dijo...

Se te ha ido la olla un poco tío. La política no es tan radical, ni la gente tan estúpida. Además, que quieres que te diga, la mierda cada vez vuelca más hacía la derecha. Al pobre Pepe Valverde todavía no le veo como un mafioso...qué quieres que te diga, solo hay que hablar con él. Otra cosa es Conocer a Rosita y a su pandi .... A mí me huele a mierda.

Azucarmode dijo...

Se te ha ido la olla un poco tío. La política no es tan radical, ni la gente tan estúpida. Además, que quieres que te diga, la mierda cada vez vuelca más hacía la derecha. Al pobre Pepe Valverde todavía no le veo como un mafioso...qué quieres que te diga, solo hay que hablar con él. Otra cosa es Conocer a Rosita y a su pandi .... A mí me huele a mierda.