Su discografía, aún corta, encierra descubrimientos sorprendentes, pero también una dificultad extrema, sólo apta para tímpanos kamikazes... O para melómanos banzais a los que no les importe fundirse en una compacta masa de ruidos que encajan con la precisión nuclear de un circuito integrado.
¿La receta? Nada sencilla: rock en todas sus variantes clásicas y modernas, metal, psicodelia, salsa y ritmos latinos, space, jazz, ambient, trash, industrial, y todo lo que se nos ocurra meter en el saco. The Mars Volta es una Biblia salvaje del rock; un endriago que hipnotiza con la turbadora belleza de una pesadilla de Jodorowsky, y con el que cabalgamos por los oníricos paisajes de una película de David Lynch.
Estos chicos nos abandonan en las polvorientas carreteras de Nuevo México, nos incitan a pisar el acelerador de partículas de clipper espacial, a fumar opio en los suburbios de Estambul, a flipar en la jam session de un oscuro pub del Soho, a emborracharnos de litros de ron con los estibadores de Varadero, o a estrellarnos de cabeza en una muralla de riffs desquiciados por el humo de la marihuana.
No me atrevo a recomendar nada de su discografía porque más de uno me ha corrido a gorrazos por hacerlo, aunque también hay quien me estará eternamente agradecido. Simplemente prueben con ellos. Pero luego a mí no me miren: esta editorial no se hace responsable de las opiniones vertidas por sus insensatos redactores.
4 comentarios:
Amigo Santos, Muy bueno este grupo que no tenia y que, por lo que escuché, esta muy buena su propuesta.
Aunque por tu nota esperaba algo más estruendozo.
Ya voy a intentar conseguir algún álbum de esta banda para meterlo en mi celular, después de tu recomendación de Nine Inch Nails, yo tomo todos los discos que me tires.
Ah, cuando decidas hacer todo esto que anuncias: "nos incitan a pisar el acelerador de partículas de clipper espacial, a fumar opio en los suburbios de Estambul, a flipar en la jam session de un oscuro pub del Soho, a emborracharnos de litros de ron con los estibadores de Varadero, o a estrellarnos de cabeza en una muralla de riffs desquiciados por el humo de la marihuana" pues échame un silbido y te acompañare Je,je.
Jejje, Corto, nada nada, nos tendremos que ir de farra un día de estos, jejej.
Respecto a lo "estruendosos" que son... Bueno, sólo he colgado algunos de sus temas más accesibles, pero espera a escuchar el resto, o a asistir a uno de sus apocalípticos conciertos.
Mis discos favoritos son "Frances The Mute" y "Bedlam in Goliath", aunque el primero, "De-loused in the comatorium", también está fenomenal.
¡Saludos!
Su padre, su madre y otras gentes!!! El Santitos escribiendo de Mars Volta. Fua, pedazo de grupo. La verdad, la primera vez que los escuché pensé que algo en las cabezas de esos mozalbetes no funcionaba pero funciona y ¡de qué manera!
Son como si Metalica, los purple y Zeppelin se aparearan con RATM y les saliera un hijo esquizofrénico.
Ahora suenan de la leche!!!
Bestiso Santos. Como verás vuelvo a ser Jorge que ando dando un repaso a este tu blog y me entran ganas de escribir uno a mí.
No que soy muy perrete.
¿El tío cifirolo de George es otro fan acérrimo de The Mars Volta?? Pardiez que esto se merece un estruendoso hurra!! Jajaja, tío, no seas perraco y empieza un blog: ¡tendrás la excusa perfecta para escaquearte de la dura férula conyugal jajaja!
Por si no lo has leido te remito a lo que te comento en el post sobre la nota de la Asociación de la Prensa. ¡¡Abrazos!!
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