El Aeropuerto Central de Ciudad Real afrontará en las próximas semanas su primer recorte de plantilla, apenas tres meses después de su inauguración comercial. Fuentes de la empresa aeroportuaria han confirmado a esta web y a Miciudadreal que la reducción podría afectar, al menos, a entre un 10 y un 20 por ciento del personal, si bien no se aplicará a todos los sectores operativos. De hecho, algunos trabajadores ya han sido advertidos oficialmente de que “las bajas serán inevitables, dada la escasa actividad a pie de pista y el exceso de recursos humanos”.
La decisión repercutirá en un porcentaje indeterminado de los primeros contratos validados por un periodo de seis meses, algunos de los cuales comienzan a expirar a partir del 31 de marzo. Los trabajadores cuentan, no obstante, con el acuerdo tácito de la compañía de que podrían reincorporarse a sus puestos una vez lo permitan las condiciones del mercado.
La medida incumbirá a los ámbitos de actividad directamente vinculados a los servicios de asistencia a viajeros y apoyo en pista (coordinación y rampa aeronáutica, agentes de atención al pasajero, agentes de terminal, facturación o handling), y se impondrá incluso a empleados formados durante meses y escogidos en virtud de procesos de selección que se dilataron hasta dos años.
Paradójicamente, esta situación contrasta con las declaraciones realizadas hace sólo unos días por el director general, Escolástico González, quien aseguró durante una conferencia en Murcia que la sociedad manchega tuvo que "recurrir a la empresa pública Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) para conseguir personal ante la falta que existe". Y, en su momento, el mismo presidente de la sociedad, Juan Antonio León Triviño, se escudó en los puestos de trabajo generados por la infraestructura para denunciar la negativa del Ministerio de Fomento a conceder el permiso de apertura, días antes de su puesta en marcha.
En la actualidad, la empresa promotora tiene en nómina a 122 personas, aunque el total de trabajadores que desarrollan su labor en las instalaciones, directa o indirectamente, asciende a 386.
El Aeropuerto de Ciudad Real abre así un nuevo capítulo de incertidumbres que confirma las dificultades por las que está atravesando el proyecto, que ha contado hasta ahora con una inversión de más de 510 millones de euros procedentes de los propios inversores y de diversas instituciones públicas.
Las escasas operaciones (apenas una media de cuatro diarias), así como el aspecto fantasmagórico de los autobuses vacíos que transitan diariamente desde Ciudad Real y Puertollano hacia la terminal de pasajeros, son el trasfondo de noticias que barnizan de inquietud el futuro del Aeropuerto de Ciudad Real, contradiciendo el optimismo de sus gestores.
En este sentido, hay que recordar la intención de Caja Castilla La Mancha (CCM) de deshacerse del total de su participación en la sociedad (el 25,72 por ciento); las repercusiones que podría tener la fusión entre la caja regional y la andaluza Unicaja; los rumores sobre una posible venta del aeropuerto a terceros; o la bronca polémica desatada entre inversores, PSOE y PP con motivo de la modificación de la Ley de Ordenación Territorial y Actividades Urbanísticas de Castilla-La Mancha (LOTAU).
Los responsables del aeropuerto consideran que este cambio legislativo es un requisito imprescindible para jugar una de las principales bazas de rentabilidad que aún guardan: que empresas ajenas a la sociedad promotora puedan operar en el futuro parque logístico y empresarial de unas instalaciones consideradas de Singular Interés por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
LUCRECIA BORGIA EN ELDA
Hace 5 semanas
4 comentarios:
Por mucha ilusión con la que muchos hemos seguido el proyecto, era algo de prever, visto lo visto. Esperemos que el aeropuertto encuentre su camino en breve, porque todos saldremos beneficiados.
La verdad es que nunca habia oido una noticia como esta. Que se condtruya un aeropuerto y que no funcione. Ademas por la foto que expones parece que es un formidable aeropuerto.
Espero poder utilizarlo antes de que lo cierren.
A veces ocurre que deseamos intensamente infraestructuras que no se justifican demasiado. No sé exactamente si ese fue el caso de Ciudad Real, pero sí me parece que es el del proyectado aeropuerto de Castellón. Todo el mundo quiere tener uno cerca, pero a veces es mejor buscar una buena conexión con otros aeropuertos y dedicar esas inversiones a otras cosas más productivas y, seguramente, necesarias. Comprendo muy bien la frustración que deben sentir en C.R. y también la incertidumbre y preocupación de los trabajadores. En fin, espero que se busquen y encuentren soluciones para enderazar el entuerto. Besos, querido amigo.
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