9.19.2008

El secreto eterno de Monkey Island

Algo huele a moña cuando a uno se le cae el lagrimón al rejugar, emocionarse, completar y admirar un videojuego que disfrutó por primera vez hace, ejem, 17 años, pero es inevitable: el escuchar la música de inicio de The secret of Monkey Island, el leer esa mítica introducción (En lo más profundo del Caribe...), contemplar la mágica paleta de colores de los títulos de crédito y ver aparecer a Guybrush Threepwood en los muelles de Mêlée Island, dispuesto a todo para convertirse en pirata, me sigue poniendo los pelos como escarpias.
Tanto se ha escrito sobre esta obra de arte de la extinta Lucasarts que es inútil incidir en los topicazos. Baste recordar simplemente que jugar a esta magnífica aventura gráfica debería ser asignatura obligatoria en cualquier plan de estudios. Es más, los trabajos que sus creadores, Ron Gilbert y Tim Schafer, desarrollaron posteriormente para la casa de George Lucas deberían ser idolatrados, enaltecidos, consagrados, ensalzados, penetrados y copulados hasta la extenuación por filósofos y jugones, o jugones filósofos, que haberlos también haylos.
El primer juego de lo que posteriormente sería una de las sagas más célebres del género es una parodia descomunal de las historias del mar, pero también la prueba de que los videojuegos son otra manifestación cultural más, y que los títulos realmente buenos no son otra cosa que poesía pixelada, narrativa con motor gráfico, ensayo fundamentado en polígonos y vectores.
Un guión excelente, diálogos que cuando menos despiertan una sonrisilla imbécil, una galería de personajes inolvidables (incluido uno de mis malos favoritos de todos los tiempos: el pirata fantasma LeChuck) , el cómico lirismo de los gráficos y una historia extrañamente relativista, son algunas de las virtudes de este magnífico entretenimiento donde las principales armas son la inteligencia y la imaginación. Un tándem que corre serio peligro de extinción, dados los tiempos que corren.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca jugué este juego, pero la verdad que tu comentario me dio ganas de meterle el diente.
Felicitaciones por tu blog que desde ya, al ver la lista de los discos me encanto.

Santos G. Monroy dijo...

Gracias! Recuerda que lo puedes encontrar muy fácilmente en la red, y que debes usar el emulador SCUMM (www.scummvm.org), tanto en ésta como en muchas otras de las viejas glorias de Lucas.