Publicado por el autor en miciudadreal.es el 25-8-2009
El Aeropuerto de Ciudad Real protagoniza un trágico argumento. Sin apenas vuelos y acosado por las deudas, se debate entre despidos hasta la próxima y decisiva junta de accionistas. Las luces rojas se han encendido, y no son precisamente las de balizas de navegación.
Air Nostrum ha anulado las operaciones de vuelo que tenía previstas en el Aeropuerto de Ciudad Real a partir del 1 de septiembre. Lo que era un secreto a voces, pero nunca publicado, ha sido confirmado a este medio por fuentes cercanas a la compañía filial de Iberia y al aeropuerto manchego, aunque ambas empresas han evitado pronunciarse de forma oficial, ni han dado detalles sobre los términos en que se ejecutará la decisión.
Si bien el silencio oficial es absoluto, es inminente el abandono de la actividad de Air Nostrum en el aeródromo manchego, al menos provisionalmente. Habrá que ver ahora cómo se resuelve el contrato de tres años de duración firmado en su momento por el director general de Air Nostrum, Miguel Ángel Falcón, y su homólogo en el Aeropuerto Central, Escolástico González.
Pero sea una decisión definitiva o coyuntural, o atienda o no a un cambio de programación a medio plazo, la determinación de la compañía de vuelos regionales ya ha arrastrado a parte de la plantilla de trabajadores de la instalación aeroportuaria, que lleva semanas soportando un incesante goteo de despidos ante la próxima reducción de actividad.
Mientras tanto, los accionistas de Inversiones Aeroportuarias del Centro. S.A. (sociedad que controla al aeropuerto) están convocados a una decisiva Junta General, que tendrá lugar en septiembre, y que abordará importantes temas que afectarán a la continuidad de la sociedad, tal y como está constituida.
Un aeropuerto en la picota
Todo apunta a que el Aeropuerto de Ciudad Real ha sido considerado, al menos provisionalmente, como uno de los puntos de operación gravosos para Air Nostrum.
A partir de la semana que viene, y salvo un giro in extremis de este dramático argumento, el Aeropuerto de Ciudad Real verá cómo desaparecen de sus radares los vuelos a Barcelona, Lanzarote y Gran Canaria, lo que lo situará en una crítica posición: al margen de su insuficiente actividad como aeropuerto de carga o de la escuela de pilotos (y a expensas de futuros acuerdos con terceras compañías o un imprevisible cambio de postura de Air Nostrum) en septiembre ofrecerá únicamente la ruta a Palma de Mallorca gestionada por Air Berlín, que cuenta sólo con cuatro vuelos semanales. Hay que recordar que esta operadora alemana disfruta de una financiación directa de 350.000 euros anuales por parte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, en concepto de “promoción del turismo de la región”.
La decisión de Air Nostrum se produce en un contexto marcado por el Expediente de Regulación de Empleo y ahorro de costes que atraviesa la compañía, así como por una de las peores crisis aeronáuticas de los últimos tiempos. En términos globales, y sólo en el primer cuatrimestre de 2009, el número de pasajeros de Air Nostrum se ha reducido un 8,62% respecto al año anterior, mientras que los usuarios de las denominadas tarifas de negocios han caído un 32,20%. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) estima en 9.000 millones de dólares el volumen de pérdidas que sufrirá el sector aeronáutico durante 2009.
Enésimo varapalo
El abandono de Air Nostrum supone el enésimo varapalo para el Aeropuerto de Ciudad Real en sus escasos ocho meses de existencia. El último lo recibió hace unas semanas, al ver cómo el Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 4 de Ciudad Real admitía a trámite el concurso necesario de acreedores presentado por el Grupo Montreal (Montajes y Realizaciones, S.A.) por una deuda de 17 millones de euros.
De hecho, la nueva situación y las crecientes deudas obligarán a Inversiones Aeroportuarias del Centro S.A. a celebrar una nueva Junta de Accionistas, prevista para mediados de septiembre y convocada por los liquidadores mancomunados, los hermanos Antonio e Ignacio Barco Fernández.
Durante este encuentro, los dueños y gestores del Aeropuerto de Ciudad Real (y, a la cabeza, Caja Castilla-La Mancha, que posee un tercio del capital y ha financiado directamente a muchos de sus socios) deberán acordar importantes decisiones que afectarán a la continuidad de la propia sociedad, incorporando, si procediera, acuerdos sobre la elección del sistema de administración de la entidad, nombramiento de administradores y “reestructuración” societaria. Diversas fuentes estiman que septiembre podría marcar el punto de inflexión a partir del cual la caja castellano-manchega se haría con las riendas del proyecto.
Incesantes despidos
Por otra parte, el verano ha estado marcado por incesantes oleadas de despidos en el aeropuerto manchego, a pesar de las buenas cifras de viajeros difundidas en prensa. Los primeros despidos ya se produjeron en abril, tal y como adelantara miciudadreal.es. Ahora, el inexorable recorte de plantilla (que algunas estimaciones sitúan, hasta la fecha, entre el 20 y el 30 por ciento del centenar de trabajadores de la sociedad) se está produciendo tras el informe de una auditoría que evidencia un exceso de personal en relación con las necesidades reales de la infraestructura.
El mayor número de ceses se ha producido en las oficinas, aunque otros sectores, como el de Atención al Pasajero, también han visto reducido su horario laboral a media jornada. Y el desaliento cunde entre los trabajadores supervivientes. Tras la desprogramación de los vuelos de Air Nostrum, tampoco es muy halagüeño el panorama otoñal que se presenta en los ámbitos de actividad directamente vinculados a los servicios de asistencia a viajeros y apoyo en pista, como coordinación y rampa aeronáutica, agentes de terminal, facturación o handling.
El Aeropuerto de Ciudad Real protagoniza un trágico argumento. Sin apenas vuelos y acosado por las deudas, se debate entre despidos hasta la próxima y decisiva junta de accionistas. Las luces rojas se han encendido, y no son precisamente las de balizas de navegación.
Air Nostrum ha anulado las operaciones de vuelo que tenía previstas en el Aeropuerto de Ciudad Real a partir del 1 de septiembre. Lo que era un secreto a voces, pero nunca publicado, ha sido confirmado a este medio por fuentes cercanas a la compañía filial de Iberia y al aeropuerto manchego, aunque ambas empresas han evitado pronunciarse de forma oficial, ni han dado detalles sobre los términos en que se ejecutará la decisión.
Si bien el silencio oficial es absoluto, es inminente el abandono de la actividad de Air Nostrum en el aeródromo manchego, al menos provisionalmente. Habrá que ver ahora cómo se resuelve el contrato de tres años de duración firmado en su momento por el director general de Air Nostrum, Miguel Ángel Falcón, y su homólogo en el Aeropuerto Central, Escolástico González.
Pero sea una decisión definitiva o coyuntural, o atienda o no a un cambio de programación a medio plazo, la determinación de la compañía de vuelos regionales ya ha arrastrado a parte de la plantilla de trabajadores de la instalación aeroportuaria, que lleva semanas soportando un incesante goteo de despidos ante la próxima reducción de actividad.
Mientras tanto, los accionistas de Inversiones Aeroportuarias del Centro. S.A. (sociedad que controla al aeropuerto) están convocados a una decisiva Junta General, que tendrá lugar en septiembre, y que abordará importantes temas que afectarán a la continuidad de la sociedad, tal y como está constituida.
Un aeropuerto en la picota
Todo apunta a que el Aeropuerto de Ciudad Real ha sido considerado, al menos provisionalmente, como uno de los puntos de operación gravosos para Air Nostrum.
A partir de la semana que viene, y salvo un giro in extremis de este dramático argumento, el Aeropuerto de Ciudad Real verá cómo desaparecen de sus radares los vuelos a Barcelona, Lanzarote y Gran Canaria, lo que lo situará en una crítica posición: al margen de su insuficiente actividad como aeropuerto de carga o de la escuela de pilotos (y a expensas de futuros acuerdos con terceras compañías o un imprevisible cambio de postura de Air Nostrum) en septiembre ofrecerá únicamente la ruta a Palma de Mallorca gestionada por Air Berlín, que cuenta sólo con cuatro vuelos semanales. Hay que recordar que esta operadora alemana disfruta de una financiación directa de 350.000 euros anuales por parte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, en concepto de “promoción del turismo de la región”.
La decisión de Air Nostrum se produce en un contexto marcado por el Expediente de Regulación de Empleo y ahorro de costes que atraviesa la compañía, así como por una de las peores crisis aeronáuticas de los últimos tiempos. En términos globales, y sólo en el primer cuatrimestre de 2009, el número de pasajeros de Air Nostrum se ha reducido un 8,62% respecto al año anterior, mientras que los usuarios de las denominadas tarifas de negocios han caído un 32,20%. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) estima en 9.000 millones de dólares el volumen de pérdidas que sufrirá el sector aeronáutico durante 2009.
Enésimo varapalo
El abandono de Air Nostrum supone el enésimo varapalo para el Aeropuerto de Ciudad Real en sus escasos ocho meses de existencia. El último lo recibió hace unas semanas, al ver cómo el Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 4 de Ciudad Real admitía a trámite el concurso necesario de acreedores presentado por el Grupo Montreal (Montajes y Realizaciones, S.A.) por una deuda de 17 millones de euros.
De hecho, la nueva situación y las crecientes deudas obligarán a Inversiones Aeroportuarias del Centro S.A. a celebrar una nueva Junta de Accionistas, prevista para mediados de septiembre y convocada por los liquidadores mancomunados, los hermanos Antonio e Ignacio Barco Fernández.
Durante este encuentro, los dueños y gestores del Aeropuerto de Ciudad Real (y, a la cabeza, Caja Castilla-La Mancha, que posee un tercio del capital y ha financiado directamente a muchos de sus socios) deberán acordar importantes decisiones que afectarán a la continuidad de la propia sociedad, incorporando, si procediera, acuerdos sobre la elección del sistema de administración de la entidad, nombramiento de administradores y “reestructuración” societaria. Diversas fuentes estiman que septiembre podría marcar el punto de inflexión a partir del cual la caja castellano-manchega se haría con las riendas del proyecto.
Incesantes despidos
Por otra parte, el verano ha estado marcado por incesantes oleadas de despidos en el aeropuerto manchego, a pesar de las buenas cifras de viajeros difundidas en prensa. Los primeros despidos ya se produjeron en abril, tal y como adelantara miciudadreal.es. Ahora, el inexorable recorte de plantilla (que algunas estimaciones sitúan, hasta la fecha, entre el 20 y el 30 por ciento del centenar de trabajadores de la sociedad) se está produciendo tras el informe de una auditoría que evidencia un exceso de personal en relación con las necesidades reales de la infraestructura.
El mayor número de ceses se ha producido en las oficinas, aunque otros sectores, como el de Atención al Pasajero, también han visto reducido su horario laboral a media jornada. Y el desaliento cunde entre los trabajadores supervivientes. Tras la desprogramación de los vuelos de Air Nostrum, tampoco es muy halagüeño el panorama otoñal que se presenta en los ámbitos de actividad directamente vinculados a los servicios de asistencia a viajeros y apoyo en pista, como coordinación y rampa aeronáutica, agentes de terminal, facturación o handling.
1 comentario:
Un desastre, por lo que veo. Recuerdo otras entradas tuyas criticando el gasto enorme que se había realizado para crear el aeropuesto y su escasa transparencia. Ahora todo eso se paga caro. En fin, una lástima. Un abrazo muy fuerte.
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